Es un
año para seguir el impulso de correr hacia lo nuevo. La base es que lo viejo no
funciona igual que antes. Le damos forma o salida a nuestros impulsos y también
estamos más conscientes de cuando los reprimimos. Nos sentimos más activos.
También aparecen nuevos intereses que se presentan a través de ideas
nuevas. Nos apuntamos a cosas que parece que serán duraderas y la semana siguiente
nos apetece hacer otra cosa completamente distinta.
Año de cambios, las dificultades en este año pueden venir de no haber dicho
adiós a las cosas viejas en el año anterior y seguir enganchado a ellas. Si
hemos sabido decir adiós y gracias el año pasado, lo nuevo nos llega fácil y
agradable.
La personalidad y el ego están mas sensibles este año que de costumbre.
No es un año de problemas económicos, este periodo es para vivir otras
cosas. El 1 es la metáfora del recién nacido. El niño no tiene que buscar la
comida por su cuenta, eso ya lo tiene solucionado.
Estamos más en contacto con nuestras emociones que con la parte racional o
lógica. Somos más impulsivos, no queremos pensarnos tanto las cosas.
Año de
relaciones que se intensifican en el uno a uno. Tenemos más fuerza de
personalidad, que se siente como una atracción de personas y acontecimientos.
También en consecuencia hay menos necesidad de expresar nuestra fuerza
directamente.
Estamos más presentes o conscientes de nuestro mundo interior. Como un
efecto de esto suelen cambiar los sueños que aparentan más reales.
Año de estar ocupado, mucho trabajo y pocas recompensas directa o externas
por ese trabajo. Se viven aspectos más internos. En el año 1 se toma un impulso
realizando una acción, orgulloso de lo que se ha hecho, en el año 2 uno se
siente que se ha entregado a algo que valía la pena. Este proyecto que vale la
pena normalmente no es para uno mismo, es por un interés general y apoyando un
trabajo donde otra persona o el mismo proyecto recibe el mérito.
Las cosas que uno quiere directamente le vienen indirectamente. Se trata de
tener claro lo que uno quiere y entonces atender lo que tiene delante, que
normalmente en este año es ayudar al otro. Entonces de forma mágica, aparece lo
que nosotros queremos de indirectamente.
La fuerza viene del interior y este es un año interior. Cuando uno esta
conectado al interior se siente más fuerte. Es una fuerza indirecta que si se
usa para apoyar a otros funciona mejor para ambos.
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Año de
nuevas ideas, de proyectos creativos, de expresión y comunicación. Suelen
ocurrir acontecimientos que estimulan el miedo y también se agudiza la
intuición.
Aparecen nuevas posibilidades, aventuras, fantasías y eso nos crea
inseguridad, dudas, altibajos y miedo como metáfora de fuerza creativa bruta.
Nuestras resistencias estarán más a flor de piel, estaremos más sensibles y
parecerá que ya no aguantamos o aguantamos menos. Sentimos el impulso de dejar
circunstancias o relaciones que parece que nos limitan.
No es un año de mucha actividad externa, el movimiento va por dentro, en
como uno percibe el mundo exterior. Nos interesa descubrir como ocurren las
cosas, como se crean los acontecimientos. Es un año para darse cuenta de que no
hace falta luchar en el mundo exterior para que funcionen las cosas, que la
clave es nuestro mundo interior y que si le hacemos caso, las cosas externas
parece que funcionan solas.
Uno de los efectos que se produce cuando uno da paso a lo nuevo, es que
también entra nueva energía y se sitúa en un nuevo nivel de conciencia. Las
cosas del pasado que no están a ese nuevo nivel salen. Esas cosas del pasado
están en nuestro interior y la forma que tienen de salir es manifestándose
físicamente en el mundo. A veces, esa manifestación externa, no es agradable
porque hace mucho ruido. Es como ponerse a limpiar, que se ve más suciedad al
principio. Esa mayor suciedad son las cosas del pasado saliendo.
Cuando algo del pasado sale, nos cuesta soltarlo. Puede hacerlo más fácil
darnos cuenta de que lo que nos cuesta soltar no es la parte material, sino el
sentimiento que llevamos dentro. Una forma de dar la libertad a ese sentimiento
y a las personas involucradas en él, es utilizar la materia como símbolo de esa
circunstancia, es decir los objetos que guardamos relacionados con ese pasado,
y al soltarlos liberar la energía enganchada en ellos, recuperando nuestra
energía y devolviendo el resto a quien le pertenezca. Así uno deja de tener
fragmentada su energía en el pasado y está toda disponible en el presente.
El 4
simboliza la energía tomando forma física, manifestándose materialmente. Así en
este año las cosas de nuestro mundo interior, como ideas, visiones, sueños, se
manifiestan físicamente, externamente. La otra cara de este aspecto es que si
sentimos, interiormente, que nuestra vida no evoluciona, exteriormente aparecen
obstáculos, dificultades. En este año, con ese punto de vista, nos va a parecer
que de repente se nos cierran todas las puertas.
Periodo de revisión de nuestras estructuras, familia, casa, trabajo y todo
lo relacionado con la estabilidad. Probablemente una metáfora de cambio de
casa, o donde uno se siente en su casa, como en el trabajo o como miembro de
una organización o grupo, aunque no tiene porque ser permanente. Quizá por un
tiempo vivir en otro sitio, o realizar cambios dentro de la casa o cambio de
coche, trabajo, o de posición en la misma empresa. También aspectos familiares,
uniones, separaciones, nacimientos.
Los problemas físicos en el cuerpo son otra manifestación de un año de
obstáculos o quizá accidentes físicos. Es un periodo para trabajar la
paciencia, para ver la vida paso a paso y confiar, manteniendo la intención de
dónde vamos y poniendo atención sólo en el paso que estamos dando en ese
momento.
No se puede hacer nada para tener más paciencia. Si intentamos ser más
pacientes, nos ponemos más nerviosos, más impacientes. Lo que si podemos hacer es
tener confianza. La confianza está en un nivel más amplio que la paciencia.
Podemos confiar en nosotros mismos o en los demás, pero la verdadera confianza
es la que tengamos en la vida, que también podemos llamar fe. La fe o certeza
están en un nivel más amplio que la confianza en nosotros mismos o en los
demás. Así se trabaja la paciencia, con confianza, fe y certeza.
En
este periodo dispondremos de mucha energía. La energía enfocada en una
dirección, nos dará acción, movimiento, libertad y variedad. Si no la dirigimos
nos provocará nerviosismo y miedo.
Es un año para disfrutar de la variedad, para hacer muchas actividades diferentes, con mucha intensidad y por un corto periodo. Si estamos en movimiento, no nos va a faltar energía, porque lo que quiere la energía es circular. Si nos quedamos parados, nos consumirá y no tendremos fuerzas ni para levantarnos del sofá. Si no hacemos circular la energía se bloquea y provoca tensión y dolor muscular. Podemos tener dolores de cabeza y de espalda.
Este año nos sobra energía para nuestros proyectos y para hacerla circular hay que dársela a los demás, a cuantos más mejor. Es un periodo para estar al servicio de los proyectos de otras personas, aportándoles nuestra colaboración desinteresada. Nuestro desafío será no intentar controlar al otro, ni su proyecto. Es un desafío porque cuando aportamos nuestra energía a un proyecto, nos gustaría sentirnos parte de él. Eso nos hace dependientes y este es una año para vivir la libertad. Para ser libre lo primero es dar libertad al otro y a su proyecto. Ser libre metafóricamente lo mismo que ser rico. Como metáfora de movimiento y de estar al servicio de otros, haremos viajes cortos y frecuentes. Viajes para apoyar a otros, no son viajes de vacaciones, quizá de trabajo o personales.
Es un año para vivir la libertad, la no- dependencia. Podemos aprovechar para liberarnos de viejas ataduras del pasado. Podemos notar la energía en las manos. Facilidad para deshacer las ataduras del pasado y quedarnos con las manos libres para apoyar al otro.
Es un año para disfrutar de la variedad, para hacer muchas actividades diferentes, con mucha intensidad y por un corto periodo. Si estamos en movimiento, no nos va a faltar energía, porque lo que quiere la energía es circular. Si nos quedamos parados, nos consumirá y no tendremos fuerzas ni para levantarnos del sofá. Si no hacemos circular la energía se bloquea y provoca tensión y dolor muscular. Podemos tener dolores de cabeza y de espalda.
Este año nos sobra energía para nuestros proyectos y para hacerla circular hay que dársela a los demás, a cuantos más mejor. Es un periodo para estar al servicio de los proyectos de otras personas, aportándoles nuestra colaboración desinteresada. Nuestro desafío será no intentar controlar al otro, ni su proyecto. Es un desafío porque cuando aportamos nuestra energía a un proyecto, nos gustaría sentirnos parte de él. Eso nos hace dependientes y este es una año para vivir la libertad. Para ser libre lo primero es dar libertad al otro y a su proyecto. Ser libre metafóricamente lo mismo que ser rico. Como metáfora de movimiento y de estar al servicio de otros, haremos viajes cortos y frecuentes. Viajes para apoyar a otros, no son viajes de vacaciones, quizá de trabajo o personales.
Es un año para vivir la libertad, la no- dependencia. Podemos aprovechar para liberarnos de viejas ataduras del pasado. Podemos notar la energía en las manos. Facilidad para deshacer las ataduras del pasado y quedarnos con las manos libres para apoyar al otro.
Año
para vivir el amor, a través de experiencias de amor total, de disfrutar
sintiéndose enamorado de todo. Es también un periodo para vivir el éxito, en
muchos casos aparentemente no merecido desde nuestro punto de vista, porque nos
llega sin esforzarnos.
También podemos elegir sentir que es injusto que el éxito llegue ahora con
tan poco esfuerzo, cuando creemos que lo hemos merecido en muchas otras
ocasiones y no ha llegado. Este periodo es una buena oportunidad para darse
cuenta de que el éxito es la opinión del otro y que se va tan fácil como llega.
Es igual de absurdo apegarse al éxito que al fracaso.
Nos podemos sentir desde abandonados a traicionados. Es posible que
tengamos alguna buena excusa para sentirnos así y también podemos utilizar esa
circunstancia para darnos cuenta que uno nunca está solo. Ahora mismo podemos
elegir creer que este año nos van a abandonar y sentirnos víctimas o que vamos
a poder aprovechar esa circunstancia para evolucionar.
También podemos abandonar una relación, proyecto, circunstancia o trabajo
porque nos sentimos abandonados por él, es decir, ya no nos apoya.
Vamos a trabajar también la responsabilidad: nos veremos agobiados por la
responsabilidad. Hay que descubrir que uno es sólo responsable en cada instante
de lo que tiene delante. La responsabilidad no va más lejos, la mente sí, pero
no hace falta.
Nuestra intuición está muy clara y es un buen periodo para la comunicación;
hablamos con mucha fluidez, aunque también podemos meter la pata a través de
las cosas que decimos, aunque no por no tener razón, sino por sus
consecuencias. Aparecen desafíos de aceptación personal. Tenemos una idea de
perfección o del mundo ideal que es poco práctica y se convierte en
inalcanzable. Nos hace falta bajar esa idea de perfección a la tierra, algo más
cercano para el primer paso.
Año de
explorar nuevas posibilidades como si fueran distintos mundos; pueden ser en el
mundo del trabajo o personal, o tomar la forma de viajes: año para viajar; el
mundo nos recuerda que está ahí para visitarlo.
En este periodo parece que los acontecimientos incrementan su intensidad;
si antes nos molestaba algo, ahora nos molesta más. Pueden aparecer aspectos de
competencia, lucha o agresividad para lograr nuestros objetivos. Suele haber
bastante ruido mental “comerse el coco”. Tenemos muchas cosas en la cabeza que
nos parece que son importantes. Si intentamos solucionarlas una por una no
acaban nunca, pero si nos enfocamos en un contexto más amplio, al que podemos
acceder con los alimentos del alma1, parece que las otras cosas se solucionan
solas o sin conflicto.
Es buen momento para poner atención en las creencias que tenemos sobre el
mundo material, porque incrementan su intensidad y podemos verlas mejor. Si no
prestamos atención a este proceso, podemos creernos más el mundo material y ser
más dependientes de él.
Periodo para desarrollar proyectos o ideas de forma racional hasta un punto
en el que la lógica se acaba y dónde el proyecto continua con un salto al vacío
que representa el salto de la razón al corazón. Esa es una manera de alinearnos
con la energía 7 de este año para que las cosas funcionen: cuidar los detalles
hasta un punto en que hay que soltarlo todo y confiar en que la vida siempre
apoya.
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2015 es un año Emocional Universal 8: el Poder, La
Transformación, la Libertad, son cualidades del 8.
Año de transformación o más concretamente de transmutación, un proceso más
alquímico de salto de una dimensión a otra, muerte y regeneración; metáfora del
resurgir del fénix de las cenizas. Dependiendo de la atención y sensibilidad de
cada persona a esta transmutación, hay quién empieza a notarla en el año 8 y
quién la nota en el 9 donde es mucho más evidente.
También es un año en el que se manifiesta poder a través de conseguir objetivos,
o a través de algún tipo de mando, donde las circunstancias parece que nos
sitúan en un punto donde debemos tomar decisiones que afectan a otras personas.
Es un año donde se manifiesta la metáfora de la muerte como proceso de
transformación. El 8 representa el movimiento de energía de un nivel a otro y
eso requiere la muerte de un nivel para el nacimiento del otro. Hay saltos de
energía, otra llama de energía que entra. Los años 8 y 9 pueden ser los más
fuertes. Hay veces que el 1 aparenta más fuerte; eso ocurre si no se acepta la
transmutación en los años 8 y 9. Hay también muchas oportunidades de vivir la
muerte del ego.
Es un periodo para confiar en que todo va bien y creer en la magia de la
vida, donde es suficiente tener una intención clara sobre que es lo mejor que
puede pasar y dónde no es necesario intervenir directamente para que funcionen
las cosas. Al contrario, meter la mano o manipular, juega en contra nuestro.
.
El año
9 marca el final de un ciclo. Cosas que hemos estado haciendo en los últimos
años dejan de interesarnos. Año de despedidas, el truco está en decir adiós y
gracias por todo lo aportado.
La vida nos apoya, pero no a nuestras creencias de importancia personal.
Este periodo no nos tiene lástima. Nos hemos ido dejando cosas pendientes por
el camino, llega el periodo 9 y es el momento de pasar cuentas y ponerse al
día.
Nos toca trabajar el desapego. Tenemos la oportunidad de llegar a un punto
donde aceptemos los acontecimientos tal cual, sin tenernos lastima.
Las cosas se acaban, o aspectos de relaciones o proyectos están caducos y
hay que hacerlo de otra manera. Todo está moviendo y lo peor que podemos hacer
es agarrarnos, porque cuanto más intentamos agarrarnos peor lo pasamos. Podemos
elegir entre la amargura de querer agarrarnos a algo que se acabó o aceptar que
eso está ya completo y que toca otra cosa.
Este periodo es como una fiesta de despedida, la fiesta dura todo el año, el único problema es que nos olvidemos de que estamos en una fiesta. Es un buen año para disfrutar del momento.
Es un año que marca el inicio de cambios profundos, cambios de rumbo. Se
amplia el nivel de conciencia, las cosas se ven de otra manera y toca actuar en
consecuencia. Hay que poner la atención en lo que llega, que es donde están los
regalos, no en lo que se va. El efecto de pasar cuentas hace también que den
fruto semillas que plantamos hace años en un terreno fértil y hasta se nos
olvidó regar. Es como haber hecho un ingreso en un banco hace años, al ir a
poner la cuenta al día, resulta que encontramos los intereses.
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